miércoles, 7 de julio de 2010

Mecanismos de defensa en victimas de abuso sexual


El ser humano usa mecanismos de defensa cuando no puede soportar o manejar las situaciones de ansiedad, temor, estrés… En estos mecanismos hay dos características comunes, una es la negación o distorsión de la realidad y la otra un funcionamiento inconsciente. Es por esto que es tan difícil sacar a la luz los hechos dolorosos, porque de una manera inconsciente éstos se han enterrado en algún lugar de la mente desde donde algunas veces envían señales de auxilio en forma de flases o imágenes inconclusas y otras muchas veces permanecen mudos en su dolor y necesidad.

Entre los mecanismos de defensa para negar o distorsionar la realidad más comunes se encuentra :

La Negación, esta es la forma más simple de defensa, al negar, la víctima se defiende reestructurando su memoria y haciéndole creer que solo es un sueño. La negación permite reescribir la historia personal, los hechos dolorosos, sin enfrentarlos y por lo tanto permite una realidad más “aceptable”. Por ejemplo, una persona abusada en su más tierna infancia por un hermano mayor o un tío (un familiar cercano) puede tener instantes de recuerdos pero los interpretará como un sueño y no se planteará la posibilidad de que haya algo de real en lo que ve en su mente, sino fantasías y malos sueños, que a su vez puede reinterpretar de una manera más amable, pudiéndole dar un protagonismo especial en su vida al presunto abusador, del que “no recuerda nada malo”. Y en otros casos hay un vacío de memoria, no se recuerda nada de una época de la vida.

La Represión otro mecanismo de defensa que evita que los sentimientos y recuerdos se hagan conscientes, se trata de retirar algo doloroso de su mente. Cuando la víctima oye a otras personas hablar de abusos, usa la represión y puede decir sinceramente “Gracias a Dios, esto nunca me sucedió a mí “. Hay casos en los que las personas que fueron víctimas aseguran no haber tenido ninguna experiencia de este tipo aunque todos los indicadores señalan que algo no va bien en sus vidas, y tras algunas conversaciones, cuando entran en contacto con los sentimientos de otros y oyen las historias de otras personas, algo en ellos se rompe y comienzan a tener pequeños recuerdos de su infancia que no saben interpretar.

La Racionalización es otro mecanismo que crea escusas aceptables para conductas que producen ansiedad. Las víctimas tienen explicaciones convincentes del por qué alguien abusó de ellas. Por ejemplo, es que estaba borracho, es que estaba solo, es que mi madre estaba enferma, es que yo era muy guapa, es que yo tenía un pelo muy bonito, es que yo me sentaba encima de él.

Otra carazteristica común que el ser humano utiliza cuando no puede soportar o manejar las situaciones de ansiedad, temor o estrés es el funcionamiento inconsciente.

Los recuerdos tratan, hasta físicamente, de llamar nuestra atención, de decirnos que hay un trabajo en nuestras emociones que se debe hacer, (es como la fiebre, nos dice que algo anda mal) porque la ira o el dolor enterrados pueden escaparse en momentos inadecuados en forma de gritos, lágrimas, ira….

Las víctimas de AS, con frecuencia no pueden ver la relación entre el abuso que sufrieron en el pasado y los problemas del presente, y no es hasta después de haber pasado por varios tratamientos y años de consulta que pueden llegar a contar su abuso aunque sin relacionarlo con su presente.

Las víctimas de AS se sienten culpables por haber sido las “causantes” del abuso o por no haber sido capaz de detenerlo.
La mayoría de las víctimas de AS sufren de una lastimosa autoestima.

Años después de un abuso el cuerpo puede tener “recuerdos” inconscientes (sensaciones) que la mente no puede recordar, no es extraño que muchas víctimas de AS traten de destruir su cuerpo, el vehículo de su dolor, a través del suicidio o victimizando sus cuerpos con comportamientos autodestructivos.

¿como? Siendo negligentes consigo mismo en cuanto a su salud e higiene personal

-Trastornos de la alimentación. Obesidad-Anorexia-Bulimia.
-Comportamientos adictivos y compulsivos (sin control)
-Relaciones y prácticas sexuales autoabusivas
-Automutilación (cortes), quemándose, arrancándose el pelo o golpeándose, pensamientos y comportamientos suicidas.

¿Por qué?

El dolor sicológico es generalizado, vago y difícil de definir “una especie de terror flotante en la mente y espíritu de la víctima” que al concentrarse en un dolor específico, externo y localizado, puede encontrar un alivio temporal a su agonía interna. (Cuando el cerebro registra el dolor causado mediante este mecanismo, libera endorfinas que actúan como narcóticos)

Para la curación se requiere fortaleza y seguridad, para poder experimentar los sentimientos que han estado reprimidos por mucho tiempo.

¿Y por qué volver a traer a la memoria todos los recuerdos dolorosos? ¿No es mejor dejarlos allí enterrados?

Si fuera posible olvidar el trauma y vivir saludablemente sin áreas afectadas, sin heridas, sin síntomas de que “algo anda mal en mí”, la respuesta sería Sí; pero se requiere una gran energía para mantener el dolor emocional reprimido, ENERGIA QUE NO ESTARA DISPONIBLE PARA OTRAS COSAS QUE QUEREMOS Y DESEAMOS HACER PARA VIVIR UNA VIDA PLENA.


Libro recomendado: La Psicología del Autoengaño de Daniel Goleman

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